Esta pieza fue la siguiente del torso. Comenzó por ser una simple mano, pues me atraen los mensajes y magia que tienen las manos, sobre todo en pintura. No me salió como quisiera, pues en pintura, lo que no te gusta, lo borras o pintas por encima, en la talla de madera, lo que eliminas es difícil de arreglar.
En ese momento vivía en una preciosa aldea, situada en un rico valle, con un río que la humedecía un monte donde cantaba el cuco y la abubilla anidaba en las paredes de las casas, la gente de allí vivía del campo,donde plantaba verduras, frutales y alimentaban a sus animales, gallinas, ovejas, vacas, etc. De ahí el resto de los materiales de esta pieza, la base es un seixo (piedra) del río, donde nos bañábamos los días de calor y el hueso que hace de soporte, es de una oveja muerta que me encontré en el monte,seguramente comida por los lobos. Bien , ya estaba la escultura montada, pero no me acababa de convencer, pues lo único que veía en ella era que estaba pidiendo y esa no era mi intención, podría parecer que una mano mostrada y abierta también se está ofreciendo, pero quien iba saber lo que ofrecía, pues, lo supo una volvoreta (mariposa) que se posó en mi cabeza y dijo que, ofreciéndole mi apollo ella me gratificaba con su visita.
!Perfecto! Solo me quedaba hacerla,y con mucho esfuerzo,delicadeza y paciencia me puse a desvastar un tronco de carballo (roble), hasta dejar una lámina de 2mm,( más tarde supe que ya hay láminas de diferentes maderas a vender), pinté sus alitas con oleos utilizando los azules y violetas que entonces me apasionaban.
Me presenté al II Salón de Arte Xove de Ourense, en el que no solamente me aceptaron y expusieron en el Museo Municipal de Ourense, sinó que llevé el 3º premio en escultura y un catálogo,bastante cutre por cierto,pues solo estaba mi nombre y no la fotografía de mi pieza. Al margen de esa pequeña decepción,me conmovían y emocionaban las dudas, que me hacían preguntar, si realmente sería una artista. ........... Hoy todavía me lo sigo preguntando ........
Me habían aceptado también para el Certame Galego de Artes Plásticas,en Carballo (Coruña), que en una semana inaugurarían. Fui a Ourense, ya rematada la exposición, a recoger la escultura y mi mayor sorpresa la llevé cuando la mariposa había desaparecido. Realmente, la primera impresión me hizo mirar a mi alrededor como si se le hubiese ocurrido volar, pero no, Gepetto y Pinocho sólo existen en los cuentos. Todavía creí en la posibilidad, de que la habrían guardado, por seguridad, pero no, resulta que precisamente con vigilantes y cámara en todas las salas, la mariposa se había esfumado o la habían robado, palabra que tuve yo que mencionar, porque a ellos les resultaba muy incómodo hacer. Estas desapariciones de mis trabajos, empiezan a conferirles a los mismos algo de magia (este es mi lado optimista) y más importancia de la que en un principio les dí, pues el hecho de haber sido robadas les otorgaba un valor y apartír de esto,velé un poco más por ellas.
En las bases que había que aceptar para exponer, decía bien claro que no se hacían cargo de este tipo de eventualidades, (¡ni que lo hicieran apropósito!, pensé) con que me tuve que ir sin más rechistar. De todas formas, mi emoción por el reconocimiento de mi obra y su exposición hizo que transformara mi enfado en energía y me pusiera a hacer otra volvoreta, que presenté en el Certame de Artes Plásticas, en el que me otorgaron el accesit de escultura y un buen catálogo.
Poco tiempo me quedaba para ir a concursos, pues el que tenía,era para hacer artesanía y vender en ferias, tanto mi material como el de otros artesanos, para poder vivir.
Además mis duda se multiplicaban, sobre si era una artista o el jurado no se enteraba ni estaba preparado, pues, me seguía asombrando que una simple mano con mariposa llevase esos reconocimientos .
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